En
reiteradas ocasiones, he remarcado (y celebrado) esta suerte de poligamía, esta
relación abierta y madura (?) que uno establece con la música. Relación que permite
enamorarse de bandas y/o artistas sin reproches y cuestionamientos. Entregarse
al disfrute sin culpas, dispuesto a caer rendido al escuchar un disco, o durante
un show. Así, un par de semanas atrás,
en el Planetharia Fest, tuve la chance de ver en vivo a Levare por primera vez,
y quedar prendido de su propuesta.
La de
Levare, un quinteto formado por Agustín Bucich en guitarra, sintetizador
y voz; Joaquín Escriña en guitarra y voz; Lionel Padrevecchi en guitarra y voz; Sebastian
Rodero en bajo y voz y Mariano Caraballo en batería, es una búsqueda original y
audaz. Una banda de peso rockero, que se anima a cortes abruptos en sus
canciones, cambios de ritmo que la acercan al rock progresivo (por sí hace
falta una referencia: más para el lado de Invisible que el de Yes). Y que se
destaca por un impecable trabajo de voces.
Los invito a disfrutar del EP de la banda, editado en
noviembre del año pasado. Ojala les pase algo parecido.
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