Ayer, por
unos de esos caprichos inexplicables de la mente, una conversación sobre la relación entre mi
exagerado consumo de café de máquina expendedora de oficina y cierto impulso
autodestructivo puso en mi orbita a Juana La loca y su canción Hombre espacial suicida.
Esa presencia, derivo en un repaso por nombres
atados al grupo (Much Music, City Limits, Gary Castro) y por los puntos altos
de la carrera de la banda liderada por Rodrigo Martín, sobre todo de sus dos
primeros discos, Electronauta y Revolución.
Ese repaso
se detuvo abruptamente en Planeta Infierno, una hermosa balada de desamor (¿acaso
no son estás las mejores?) que mostraba a Juana en un registro diferente, un
poco más directo, al costado de las imágenes surrealistas de su líder y de las
guitarras zumbantes.
Después de
eso, llego la vida modelo, la grabación con Billy Preston, la alta rotación,
peleas a las piñas en camarines. El constante movimiento interno llevo al grupo
al limbo de las bandas que no se sabe sí siguen existiendo. O no. La promesa de
lo que iba a ser y finalmente no fue.
Juana La
Loca – Plante Infierno
Del disco
Revolución (1995)
Siempre pienso lo mismo de Juana La Loca:
ResponderEliminarDe algún modo es la banda que pudo ser transgeneracional (cómo ahora lo es Babasónicos) y llegó a hacerse una burla de si misma. Ultimamente tienen un dream team sónico que suena muy bien, compuesto por Guillermo Coda (peligrosos gorrriones), Toddy Tapia (Turf) Richie y el tecladista del que no me acuerdo el nombre de DDT.
Este disco tiene canciones geniales y tal vez, hasta la mejor canción que JLL compuso jamás que es "Invisible". Las guitarras distorsionadísimas y las letras muy flasheras... Sin mas, lo mismo que dije en el Facebook. Los dos primeros discos de Juana La Loca no deberían faltar en ninguna encuesta de Rock nacional. Es injusto no darles ese lugar.
Si, vienen haciendo shows junto con Peligrosos (y Coda hace doblete).
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