Otro viernes de lluvia en la ciudad. Otro día gris de lluvia
golpeando por la ventana, de café, música y estirar las cosas que hay que hacer
más allá de lo tolerable. Porque el ruido de las gotas es continuo, rítmico e
hipnótico. Una invitación a dejar todo
para el lunes y dedicarse a contemplar el paisaje, entregarse a los vericuetos de la
imaginación. También corriendo el riesgo de dejarse arrastrar por la melancolía,
un estado que, sabemos bien, acecha a nosotros los mortales sensibles en las
jornadas como las de hoy.
Para corroborar esto último, y aprovechando que ayer se
cumplió un nuevo aniversario de su nacimiento, vamos a cerrar la semana con uno
de los más grandes, el señor George Harrison.
Tengan carilina a mano, salgan con paraguas y tengan un fin de
semana maravilloso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario