Nota del autor: La imagen que ilustra estas líneas puede diferir ligeramente con la realidad. Considérense advertidos.
Empecé a
pasar música en el bar de unos amigos. Chaco Bar, para más datos. Cada viernes,
a eso de las 23.30, me instalo detras de la barra con mi
inseparable e imprescindible pendrive cargado de canciones elegidas especialmente
para la ocasión y durante cuatro horas voy armando un hilo musical que, como
podrán imaginar, no difiere mucho de lo que pueden escuchar acá en DISCOS
PERFECTOS. Un trabajo que emprendo con mucho placer y que me resulta muy grato
de hacer.
Quizás el título
de DJ suene demasiado pomposo para la faena. No hay danzantes multitudes sudorosas pendientes de lo que suena en los parlantes.
Probablemente, ambientador musical cuadraría
mejor. Por lo general, los asistentes a un bar no le prestan demasiada atención a la
música. Y está bien que así sea.
Sólo un
determinado grupo de personas está alerta. Son freaks de la música como uno. O
como usted querido lector. Es fácil distinguirlos. Son aquellos que al sonar
una canción determinada, levantan la vista, impulsados por la vibración de algún resorte interno, como buscando de donde viene eso que los
conmueve. Los que parecen abstraídos de
las conversaciones. Los que siguen el
ritmo con la cabeza.
De vez en
cuando, abandono el lugar donde está la computadora que uso, la cabina llamémosle,
y salgo a caminar entre las mesas para hacer de cuenta que controlo el volumen
y las ecualizaciones en cada ambiente. Todo eso con la mejor cara de saber lo
que estoy haciendo realmente. Como un verdadero entendido en la materia.
Una de mis
primeras noches en el ejercicio de mis nuevas labores, note que una chica se
levanto de la mesa que compartía con otras dos y encaro decididamente hacia la
barra. ¿Cuáles serían sus intenciones? Me pregunte. Quiere saber sobre la
canción que estaba sonando en ese momento, arriesgué. O tal vez felicitar al DJ, o ambientador, por
la música elegida. Nada de eso. Pidió que bajásemos el volumen, para poder
charlar con sus amigas. Juro que por un momento me pareció escuchar a Pappo diciéndome
“pibe, buscate un trabajo honesto”.
Faithless –
God is a DJ
Del disco Sunday
8 PM (1998)
Creo que hasta podemos sumar las listas que fueron pasando. NO SÉ, NO SÉ, ME IMAGINO.
ResponderEliminarAl cabo que los #MELN visitarán pronto al jefe.
Man, el sábado paso música por primera vez en mi vida! Ya fue, le subimos el volumen si me vienen a pedir que lo baje!
ResponderEliminarGroso Gori! Mucho éxito en tu primer noche como DJ! Después tenes que venir y comentar como te fue.
ResponderEliminarY si. Hay que combatir el fuego con el fuego. Sí piden que lo bajes, lo subis.
Usted conoce mis gustos Brandolini, así que creo que puede armar una aproximación bastante certera a mis listas de temas.
ResponderEliminarSería un gusto revivir las reuniones del #MELN en Chaco. Los espero con los brazos abiertos y las bebidas frías!